miércoles, 1 de junio de 2011

Érase una vez, mi mismo. Cuéntame como se exploran las situaciones, dónde el aura se te vence entre los golpes del medio, cómo conservar tus plumas si la cadena alimenticia nos obliga a ser parte de un juego, en el que si no quieres comer, estás perdido.. Se trata de un Karma de morder y que te muerdan, se trata de desmayar a la incoherencia para que salve un pellejo, al que suelo llamar: 'anzuelo de ironía'. Ven conmigo a manifestarte ante la existencia y plantear nuevas realidades que permitan liberar con mas fluidez la esencia mísma. Ven que, si lo entiendes solo te alimentarás de risas y alegrías. Ven a pasear por la transparencia, siendo testigos de un efecto inexplicable, intangible, irreal para lo que consideramos... ¿Considerar? Te propongo un lugar desconsiderado. Tan hermoso que me atrevería a llamarlo una mentira, para protegerlo de la tentación instintiva del carnívoro. 







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